viernes, 9 de octubre de 2009

Aerocielo rascaplano




Partiendo en el aire
viajo.
Tras asientos compartidos
cientos con partido.
Y ya siento lo partido
Ido.
Soy oveja que se aleja en
vuelo.
Nube tejida en carne tierna
voy dejando atrás el negro.
Descargo truenos en el llanto
Lluevo.

Danzando alas por el aire,
llego.
Nueva mudanza de tierra
el agua la aferra.
Gotea en mi latido el
Ruido.

Sabiendo de este otro cielo
Creo.
Cuadros que saben a planes
aviones los dibujan .
Salen rutas del destino y lo
camino.
Volviendo la vista al suelo
revelo.
El piso es un gran puente
y me sostiene.
Debajo corriente en rio mi
desafio.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Subway

Tarde soleada en el parque del Apollo. Una niña dibuja en el tronco de un árbol una casa de crayón. Cerca un pié se posa sobre la entrepierna de unas medias negras en red al tiempo en que una teta presiona sobre el rostro que habita en el polo opuesto al pié que descansa. La facha del teatro es de tela estampada y la hora en el reloj de su torre marca las seis. Son las tres menos cuarto en mi muñeca, pero lo que les cuento sucedió hace minutos atrás. Quizás acabo de inventarmelo. Lo que es fue...
El tiempo pasa a otro dentro del metro rumbo al trabajo y aquí sólo se vé donde uno desea mirar. Y si no llega no pasa. Y si me paso no llego.

lunes, 6 de julio de 2009

Las marcas de rojo IIII

La inconsciencia es como la sensación de que es domingo . Y no le importa, ni le importa...

Las marcas de rojo III

La desesperación le crea uñas en las pupilas. De qué sirve pués la espera, si en su danza quiebra sonidos y suenan quiebras?...

Serán lo que quieras que sean (tercer minitomo)

Cuerdas: órganos transplantados.
Pinches: pensamientos altos.
Servilleta: silueta de miga de pan.
Notas: cómodas cuotas ante ausencias.
Indignación: nacimiento de una nación en territorio indígena.
Salmuera: baile que acompaña marchas fúnebres mexicanas.
Botella: materialización clandestina naval de la paloma mensajera.
Chizitos: conjunto de huesos cóncavos ubicados en la dorsal de un cumpleaños.
Pensión: depósito de sommiers de segunda mano. Recompensa a la vejez.
Tobogán: gula post faso. Bajón.
Hamaca: duda entre un faso más o irte a dormir.
Sube y baja: cumplir un capricho de un amigo.
Pasamanos: cama para amputados.

domingo, 21 de junio de 2009

Las marcas de rojo II

Apuro: una cuestión entre potencia y tiempo.

Las marcas de rojo I


movida sí, pero no quemada!

martes, 3 de febrero de 2009

Libre fluir de la (in) consciencia


Tengo ganas de comer algo dulce como una lemmon pie o una copa de mousse de chocolate con frutillas. Algo relajante que quite el sinsabor de mi interior, empalagado en amargura de sal, pimienta y bismuto.
Tengo ganas de meterme por los agujeros del tomacorriente y cargarme de un shock eléctrico. Un impulso que me arranque del flujo al que algún día me adherí y anidé. Crié techo de cáscaras. Y cáscaras de heridas en proceso curativo. Reconstruí mi monoambiente, mi loft sublingual con paredes revestidas en anestesia pre antitetánica.
Tengo ganas de bajar a la milonga y encontrar la excusa perfecta para arremeter con un rodillazo en la huevera de algún hombre deseoso de llevarme a su compás y entonces pegarle un baile.
Tengo ganas de preguntarle a mis vecinas dominicanas cómo hacen para sentirse así de bellas y lucir en bajo sus cabellos avirulanados, su piel brillante y sus pompas envueltas en lurex multicolor. Y para menear sus ojetes descontrolados merecedores de una estacionada de bici en alguna esquina for rental.
Tengo ganas de bañarme y cantar bajo la lluvia, porque no canto cuando me ducho ni llueve cuando canto. Ni llueve. Pero canto.
Tengo ganas de decirle a la señora de la librería que si tanto quiere ver videos porno en las pantallas de la casa de electrodomésticos, estoy dispuesta a filmarla en un par a cambio de algún libro de Cortázar o del que tiene envuelto en celofán de La Chapelle.
Tengo ganas de tener ganas y salir ya. Ahora entiendo a Popeye, a Jim Morrison y a Silvio Soldán. Y pués entonces afuera estoy.
Tengo ganas de seguir ayudando al pibe y pegar otro cartel con engrudo en la chapa de al lado. Si no leo mal tocará una banda reggae.
Acabo de advertir que fuera de Mar del Plata no puedo llorar por más ganas que tenga.
Regreso cortando rosas. No sé hasta dónde fui caminando pero sí a dónde llegué, nunca había pateado tanto por las calles de una Bariloche nocturna. Sólo están abiertos el casino y la ruta. El departamento y mi cama. Mi pelo sucio y la pasta dental. Esta libreta y la mañana.