miércoles, 27 de octubre de 2010

Ludo de Luto por Lupo


Creía que se trataría de un juego y nada más...
la verdad es inconsecuente, poner reglas no te puede salvar.

domingo, 17 de octubre de 2010

CRISTO ESTÁ DE CULtO


Ahí tienen ustedes lo que es la estampa del interior de mi farsa y la de un perro.
No salten el sentido de esta idea, la más simple y sustantiva. El esquema que sostiene a
Entelequia. Un espacio dual escapándole al este de Galilea y su Decápolis (se dice que en Escitópolis, también llamada Bet Shean, vale la pena perderse).
Pueden verlo en sus casas, por la noche, en medias, junto al fuego sosteniendo una copa de vino. Desde ese lugar pretende ser un mural en fresco del siglo XV. Con un preciso disfraz representa a sus espectadores y les canta:


Somedays my pain blocks,
Somedays my game sucks
where have i been lost?
Mad ____, mad ____, mad …
(Just fill in the blanks).

Significar un sentido es ingenuo, fuerte y vulgar. Mi farsa es sólo un sitio a donde hay que llegar. Como ir al teatro. Ese descanso de la realidad. La madrugada de un martes en otoño jugando a la escondida con
Baudelaire.
Qué lindo morir un rato. Descargar el peso de esa existencia, volverse aéreo, etéreo, ingrávido, invulnerable, irresponsable. Transmigrar. Distraerse, reversionar y divertirse. Suspenderse en un líquido reactivo y precipitar. Retornar coloreada de azúl convertida en figura de mazapán.
Anotarle en el cuaderno de observaciones al suizo
Piaget que anoche en mi sueño era Platón vistiendo un cinturonga quien me ponía los estupefacientes debajo de la lengua, y me sumaba a un bautismo rave en el pesebre viviente donde Perón, era el niño Jesús mamando de las bolas de los Reyes Magos.

(*acompañar su lectura escuchando el cover bossa nova de la Marcha Peronista en portugués)


domingo, 10 de octubre de 2010

culebras

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sábado, 9 de octubre de 2010

Estaba por San Telmo anoche ...


(tannpoco)
...

mirando una damajuana

Que quería lo supieras,
que extrañaba a tu barba
y a esos labios sahuesos
husmeando en mi cuello
y a tus brazos cercándome
amurada a la calma
y a tu entrega.
Porque a veces te entiendo
y a veces tampoco.